jueves, 7 de febrero de 2013

Instalaciones de energía solar térmica (I)

Las instalaciones de energía solar térmica en los edificios (I)

Sistemas térmicos, colectores planos, absorbedores y fluido caloportador

Energia Solar Térmica: Técnicas para su Aprovechamiento (NUEVAS ENERGÍAS)
El aprovechamiento de la energía solar puede lograrse mediante los siguientes tipos de sistemas activos:
  • sistemas térmicos
  • sistemas termoeléctricos
  • sistemas fotovoltaicos.

Los sistemas térmicos

Los sistemas térmicos para el aprovechamiento de energía solar se clasifican en los siguientes tipos:
  • sistemas de baja temperatura, que se basan en el uso de colectores planos
  • sistemas de media temperatura, que se basan en el uso de colectores concentradores
  • sistemas de alta temperatura, que se corresponde con las centrales solares.

Los colectores planos

Existen en el mercado los siguientes tipos de colectores planos:
  • sin cubierta
  • con cubierta transparente, que sirve de tapa de una caja o carcasa dentro de la cual se dispone una cámara de aire, un absorbedor, por el que circula un fluido caloportador, y una capa aislante
  • de vacío.

Los absorbedores

El absorbedor, también llamado absorbente o superficie absorbedora, tiene la función de recibir la radiación solar, absorberla y transmitirla al fluido caloportador. Dependiendo del modo en que circula el fluido, los absorbedores pueden ser de canales abiertos o de canales cerrados, dependiendo del tipo de fluido caloportador pueden ser de aire o de agua, y dependiendo del material pueden ser:
  • de plásticos y gomas, normalmente polipropileno, en colectores sin cubierta
  • de superficies metálicas, normalmente cobre, acero o aluminio,en colectores con cubierta
  • de superficies selectivas.

De todos los materiales citados, los menos aconsejables son el aluminio y el acero galvanizado.

El fluido caloportador

La función del fluido caloportador es extraer el calor captado por el absorbedor y cederlo a un circuito secundario. El aire se utiliza raramente como fluido caloportador, debido a sus inconvenientes, que son su bajo calor específico, su baja densidad y su reducida conductividad térmica; sin embargo el aire tiene la ventaja de que con él se evita los problemas de corrosión e incrustaciones, se evita los problemas de congelación y se minimiza los problemas que causan las fugas. Normalmente, el fluido utilizado como caloportador es el agua, generalmente en dilución con anticongelantes; el agua tiene un alto calor específico, una densidad media y una conductividad térmica superior a la del aire, si bien produce problemas de corrosión e incrustaciones, puede congelarse y las fugas pueden llegar a producir lesiones en el edificio.


Proyecto de instalaciones











Daniel Trujillano, arquitecto

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